Aquí podréis asistir al diario de nuestras salidas fotográficas. Y como un diario se escribe. Generalmente versan sobre naturaleza, pues es nuestra mayor pasión. Flora y fauna, en la medida que nos permitan sus integrantes fotografiarlas serán incluidas para acompañar al texto. Tampoco desdeñamos monumentos, u otras posibilidades fotográficas con las que podamos encontrarnos. Esperamos que sea de vuestro agrado.

Pinchando en las imágenes se pueden ver más grandes.

miércoles, 29 de febrero de 2012

Comedero de Abel.

Ayer martes, como La Colasina trabaja esta semana de tarde me fui (Wili) al comedero que tiene Abel montado cerca de casa. Al llegar ya estaba el anfitrión colocando la comida, y para adentro nos metemos. Casi de inmediato comienza el peregrinar de los comensales. El petirrojo primero, seguido de carbonero común, carbonero garrapinos, acentor común, y un esporádico chochín.
Pasé una tarde estupenda y entretenida, tanto por los fotogénicos asistentes, como por la agradable compañía de Abel. Vaya desde aquí mi agradecimiento, dedicando esta entrada a mi anfitrión.

Acentor común.

Acentor común.

Carbonero común.

Carbonero garrapinos.

Chochín.

Petirrojo.

Petirrojo.

lunes, 27 de febrero de 2012

Pisando nieve.

Viernes 24.02.
Después de comer salimos para Redes. Nos llevamos una gran sorpresa al llegar, aún hay más nieve de la que pensábamos, y a 300 mts de la cabaña el Suzuki no puede progresar, tenemos que dejarlo y subir el resto andando con todos los bártulos a cuestas, y lo que es peor, pisando casi una cuarta de nieve blanda. Menos mal que está buen tiempo, y hasta con un calor excesivo para últimos de febrero.
Lo único que nos gusta de la nieve, es lo bien que queda en las fotos de paisaje, y lo que nos cuenta de los bichos que están por la zona, pues todo está lleno de huellas en todas direcciones. Lo de pisarla ya nos gusta menos, por lo mal que se progresa, y lo que cansa, ya son muchos años de pisarla...
Al llegar vemos que como era de esperar el comedero que tenemos colgado está totalmente vacío, y no sentimos pájaros por la zona. Hace bastante que no veníamos y se habrán olvidado de nosotros, por eso lo primero que hacemos al llegar es preparar comida con la esperanza que de esto cambie.

La nevada aún era notable al llegar.

Sábado 25.02.
Hizo una noche "calurosa", y de ahí que la nieve esté blanda y bajando por momentos, aunque la capa es aún espesa. Ya se van agrandando los días, y a las 7.30 ya se perciben las primeras luces. Nos levantamos al alba, y lo primero que vemos es que ya hay algún párido por la zona que baja a comer. También vemos que la marta acudió a comer lo que le dejamos junto a la cabaña, y nos dejó constancia con sendas huellas en la nieva. En las praderías de la Rebollada vemos tres corzas pastando en los calveros que ya se forman entre la nieve.
Después de desayunar vamos a donde están las corzas, que aún siguen, pero otra de las cosas que nos desagrada de la nieve -como es el ruido que genera, y eso que no está apenas dura- las pone en guardia ya de bien lejos, y se van mucho antes de poder acercarnos lo suficiente. Aprovechamos la buena vista que se contempla para hacer unos paisajes, -mientras escuchamos el reclamo del pito negro-, y al hacer una de las fotos vemos que tenemos una corza en el encuadre en un prado de debajo.
Volvemos para la cabaña aprovechando el estado del barro y la nieve para rastrear lo que tenemos por la zona. Encontramos rastros de: Lobo (y excremento), zorro, marta, gato montés, corzo, rebeco, jabalí, liebre de piornal, y tejón, este último nos agradó sobremanera, por la de tiempo que hacía que no lo detectábamos.
De vuelta en la cabaña, nos colocamos como es costumbre sin taparnos al comedero, que ya va siendo frecuentado por los de siempre: trepador azul, carbonero garrapinos, y herrerillo capuchino; los demás pasan cerca pero no se atreven al vernos, pero es que no tenemos donde poner el hide por la cuarta de nieve que tenemos alrededor. Casi al mediodía ve Colasina por el rabillo del ojo en el bosque de debajo un jabalí que viene cruzando hacia nosotros, es un macho de los más grandes que vimos en Asturias. Se para en el bosque y se va monte abajo, no podemos hacerle fotos por tener el equipo apuntando en dirección opuesta y no tener ángulo de giro.
Por la tarde sale algo de nube pero la temperatura sigue estable, es decir, caliente, quizás favorecida por la total ausencia de aire.

Diván natural.

Cantu l`Oso, desde la Rebollada. 

El Gavilán desde la Rebollada, (la corza del círculo posó para la foto).

Carbonero garrapinos.

Herrerillo capuchino.

Trepador azul.

El cálido sol y la buena temperatura invitaban a comer afuera. Mientras comemos, los pajarinos también venían a comer, en el círculo el improvisado comedero de ellos. 

Rastro de marta.

Rastro de jabalí.

Excremento y rastro (círculo) viejo de lobo, se evidencia que fue anterior a la nevada.

Rastro fresco de tejón, sobre una huella nuestra de ayer.


Domingo 26.02.
Nos levantamos a las 6.30 con la intención de hacer una espera en la Rebollada, que es la loma donde estaban ayer las corzas, y que es muy frecuentada por ellas a primeras horas. Vamos hasta ella, y nos colocamos en la línea del bosque, aún en penumbra. Según va amaneciendo vemos que hay algo de nube, pero con la temperatura igual de agradable que ayer, y que fue lo que nos animó a hacer la espera, pues se está muy a gusto, de estar el frío normal para estas fechas, con tanta nieve, y en febrero, nos lo pensaríamos. Desde las primeras luces, un zorzal común no deja de cantar sus amores desde lo alto de un haya cercana, esto no tendría nada de extraño, si no fuese porque estamos a finales de febrero, y lo normal a esta altitud es que suceda como mínimo en abril. Todo el que conozca el precioso canto del zorzal, sabe que tiene en mitad del canto unas estrofas que parece decir -estoy aquí, estoy aquí- éste, lo que parecía decir claramente era -ya estoy aquí, ya estoy aquí- una pena no tener una grabadora.
No aparecen las corzas, pero ver como va el sol acariciando las cumbres del gran circo de montes que tenemos enfrente es sobrecogedor, y en si mismo ya valió la pena el madrugón. Al poco de amanecer aparecen varios zorzales charlos que buscan el primer sustento del día y, a veces, se enzarzan en peleas de celo en los calveros donde ayer pastaban las corzas . Sentimos un pito negro reclamar cerca, y al poco viene volando hacia nosotros, hasta el punto que en el último momento dio un quiebro al vernos, nos pasó a escasos metros por encima, lo que nos permitió ver perfectamente a ojo que era un precioso macho. A media mañana recogemos y volvemos de nuevo para seguir en el comedero hasta la hora de bajar.

Quizás el tener enfrente a la Peña del Viento durante 3 horas, nos hizo volar la imaginación, hasta el punto de creer ver una cara boca arriba. Al contrario que las del Monte Rushmore, esta es natural...

Las primeras luces acariciaban la cumbres del Gavilán, y la Canalina.

Zorzales charlos en disputa.

De izqda a dcha; Estribaciones del Cantu l` Oso, Peña del viento, el Cascayón, El Gavilán y La Casar, desde La rebollada.

Trepador azul.

Carbonero garrapinos.

Herrerillo capuchino.

Carbonero garrapinos.

Carbonero garrapinos.

Herrerillo capuchino.

Hayas u nubes.

Al irnos ya había menos nieve, en la elipse la Rebollada.

A media tarde bajamos, para en Campo de Caso meternos hacia la Collada de Arnicio, con la intención de volver por Infiesto a ver que fue de la pareja de mirlos acuáticos a los que las riadas les llevó el nido. Al llegar vemos que ya están de nuevo aportando material en el hueco, y suponemos que ya están afanados en la construcción de un nuevo nido.
Este finde fue uno de los que te quedan gravados, por la variedad de eventos que trajimos en la memoria, que aunque comunes y sencillos, a nosotros nos llenaron de satisfacción.
Es todo por hoy.

jueves, 23 de febrero de 2012

Carnaval 2012.

Ciertamente que de esta fiesta sólo hacemos que beneficiarnos de ella para hacer una salida, que de otra manera no podríamos realizar, pero lo de festejarla al uso no nos motiva nada desde siempre.
El martes de carnaval es fiesta local en nuestra ciudad, y la Colasina pidió puente para poder hacer esta salida. Teníamos barajadas varias opciones, pero al final decidimos ir de nuevo a Figueira da Foz, en la Beira Litoral portuguesa, nuestra ruta lúdica-gastronómica por excelencia para cuatro días.

Viernes 17.02.
Como la Colasina está en el turno de mañana, nada más comer salimos con el cielo cubierto para la meseta por el Huerna. Ya en León está despejado, como no, y seguimos por La Bañeza, Camarzana de Tera y Alcañices, para entrar de nuevo a Portugal por Vimioso. Llegamos a Mogadouro justo a la hora de cenar en A Lareira, es grato que el Chef Eliseu, ya nos recuerda, y sabe lo que nos gusta, a pesar de que a veces pasa bastante tiempo entre una visita y otra a su establecimiento.
Después de cenar seguimos hasta Carviçais, un pueblo cercano muy pequeño, y sin duda más tranquilo hoy que Mogadouro, pues los carnavales son muy festejados en la mayoría de las poblaciones portuguesas. Junto a la vieja estación, dormimos muy bien, sin nada que nos moleste.

Sábado 18.02.
Nos levantamos a la 7, con una temperatura interior de 4º, y la luna del camper congelada, por lo que tenemos que echarle agua para derretir el hielo y poder partir. Ya amaneciendo salimos hacia Torre de Moncorvo, Pocinho, Celorico. Aquí, nos metemos por una ruta nueva hasta Nelas, y vemos que discurre por una zona serrana muy guapa. Ya en Nelas seguimos para Coimbra, a la que evitamos para no perder tiempo, por Montemor o Velho y Maiorca seguimos hasta La Ilha da Morraceira en Figueira da Foz. Damos un vistazo rápido a las salinas antes de ir a comer, y vemos que apenas si hay variedad de bichos, pero si que hay esta vez, varios bandos de flamencos, hasta un total de un par de cientos de ejemplares. Vemos las 2 águilas pescadoras, (suponemos que son las de siempre...), y una pareja de aguiluchos laguneros. Ya no vemos garcetas grandes, y decayó el número de garzas reales y garcetas comunes.
Vamos luego a comer al bar del mismo nombre que las salinas, es decir, Ilha da Morraceira. Después de comer vamos a la zona donde vimos más flamencos, y allí sigue un nutrido bando que no paran de comer y descansar, saliendo a ratos algunos ejemplares volando, y llegando otros en un trajín constante. Estamos haciéndoles fotos, y disfrutando de sus evoluciones desde el camper un par de horas.  Después volvemos a visitar el resto de salinas con el mismo resultado que por la mañana.

Flamencos. Salinas da Morraceira. Figueira da Foz. Portugal.

Flamencos. Salinas da Morraceira. Figueira da Foz. Portugal.

Flamencos, disputas. Salinas da Morraceira. Figueira da Foz. Portugal.

Flamencos. Salinas da Morraceira. Figueira da Foz. Portugal.

Flamencos. Salinas da Morraceira. Figueira da Foz. Portugal.

Flamencos. Salinas da Morraceira. Figueira da Foz. Portugal.

Garcta común y bisbita. Salinas da Morraceira. Figueira da Foz. Portugal.

Flamencos. Salinas da Morraceira. Figueira da Foz. Portugal.

Salinas da Morraceira. Figueira da Foz. Portugal.

  
Flamencos. Salinas da Morraceira. Figueira da Foz. Portugal.
   
A media tarde salimos para Tocha, y por Cantanhede llegamos a Sete Fontes, donde llenamos el depósito de agua del camper y descansamos un rato para continuar más tarde a Mealhada. Vamos un rato, hasta la hora de ir a cenar, al tranquilo aparcamiento donde luego dormiremos, hay una autocaravana aparcada, que de seguir aquí nos hará compañía. Vamos a cenar a Meta dos Leitões; leitão, como no podía ser de otra manera.
Después, volvemos al aparcamiento, y como sigue allí la autocaravana estamos más tranquilos si cabe. Lo que habíamos olvidado es que estamos en carnaval... A pesar de estar lejos de la zona de festejos, hasta las 5 de la mañana (las 4 aquí) no para de sentirse la algarabía y las fanfarrias, por lo que apenas dormimos.

Domingo 19.02.
Al dormir tan poco no somos capaces de levantarnos tan temprano como esperamos, y casi a las  8 salimos hacia el norte, por la N 1. Paramos a desayunar en Lamas de Vouga, junto al río Marnel, donde hay un puente medieval. Hacía mucho que no pasábamos por aquí, hay una pasarela nueva para una isleta. El frío es aún cortante.

Río Marnel. Lamas de Vouga.

En Oliveira de Azeméis, seguimos por una ruta que hace tiempo no hacíamos. Por la N-224 primero a Arouca, y por la N-226 después llegamos a Castelo de Paiva, donde damos un paseo para luego comer en O Geraldo, como siempre buena comida a buen precio.  Después de comer vamos hacia Entre-os-Rios, parando un par de veces a fotografiar las estupendas vistas de las laderas densamente pobladas de casas; laderas que mueren en el Douro, nuestro río Duero. En Entre-os-Rios en los muelles donde se une el río Tâmega al Douro, paramos un rato a ver las gaviotas y los patos que se congregan por la comida que les lanzan los paseantes.

Río Douro.

Entre-os-Rios.

Gaviota reidora. Entre-os-Rios.

Gaviota reidora. Entre-os-Rios.

Después seguimos por la N-320 hacia Marco de Canaveses, otra vez nos olvidamos del carnaval, y en Vila Boa do Bispo, estamos apunto de quedar atascados, pues se preparan para un desfile carnavalesco, y están a punto de cortar la carretera, que es por donde discurre el desfile, nos cuesta mucho ya atravesar el pueblo, pero por minutos no fue la cosa a mayores. Después de cruzar Marco de Canaveses seguimos a Amarante, allí nos metemos a la IP-4, para en el alto de Espinho meternos hacia Campeã, para internarnos al para nosotros aún desconocido P.N. do Alvão, como nos es desconocido, hacemos varias paradas.

Hay pequeños arroyos por doquier. P.N. do Alvão.

Arroyo. P.N. do Alvão.

Lamentablemente llegamos al oscurecer al mejor lugar del parque, las Fisgas de Ermelo, pero esto nos sirve de excusa para volver con más tiempo. Desde enfrente de las cascadas hay un balcón natural con una caída sobrecogedora, hay que asomarse con sumo cuidado, porque un traspiés supone una caída libre de más de 200 mts, la verdad es que se ponen los pelos de punta al asomarse...

Panel informativo en Fisgas de Ermelo. P.N. do Alvão.

Fisgas de Ermelo. P.N. do Alvão.

Fisgas de Ermelo. P.N. do Alvão.

Un poco más arriba, encontramos el pueblo de Cavernelhe, como ya está oscureciendo y no conocemos la zona, por si no hay nada mejor, nos metemos a un pequeño aparcamiento en el centro del pequeño pueblo, la tranquilidad es absoluta, parece que tendremos una noche reparadora.

Lunes 20.02.
Que equivocados estábamos. Hoy que no se oye una mosca, de madrugada se pone a ventar de tal forma, que el rebufo que provoca es tan ensordecedor que no nos deja dormir. Aun así nos levantamos al alba y con el desagradable y frío aire como protagonista seguimos por Bilhó, Covelo, Limões, y ya en Cerva giramos a la N-312 hacia Vila Pouca de Aguiar. Cerca a Santa Marta da Montanha paramos junto al río Louredo a hacer unas fotos, el frío es intenso y la colasina ni sale, hay un aparcamiento pegado al río muy guapo, pero para mejor temperatura...

Riveira da Pena, desde Portela de Santa Eulália.

Río Louredo.

Río Louredo.

Después de reanudada la marcha, paramos en Vila Pouca a hacer unas compras para continuar por Chaves a Vila Verde da Raia, para salir de Portugal, y en Feces de Abaxo comemos en un aparcamiento que conocemos. A pesar del día soleado tenemos que comer con el camper cerrado por el frío que aporta el persistente aire. Después de comer seguimos por A Gudiña para terminar en Rioconejos, un pequeño pueblo zamorano muy tranquilo, en el que paramos en varias ocasiones a dormir. Estamos un buen rato de descanso, paseando y fotografiando el río que tiene algunas zonas aún congeladas. Aquí ya no hace aire, y el sol da un calor muy agradable y ya casi primaveral. En el robledal se escuchan ya algunos cantos, y vemos un macho de pico menor en las copas de los robles.

Rioconejos, la mitad del río está congelada. Zamora.

Rioconejos. Zamora.

Rioconejos. Zamora.

Después venimos por La Bañeza, hasta llegar al oscurecer a Palazuelo de Órbigo, y en la explanada de siempre aparcamos para dormir.

Martes 21.02.
Hoy aunque fue la noche más fría de todas, (1º dentro del camper a las 7 de la mañana) al menos no hubo ruidos, ni aire que nos molestase, y dormimos muy bien. Nos levantamos  a las 7 y salimos para una zona cercana a ver el río en el que hace poco vimos a la nutria. Nos colocamos en la zona donde la vimos con el portón abierto y las redes de camuflaje puestas. Vemos al poco una pareja de mirlos acuáticos que están afanados en la construcción del nido, pues no para uno de la pareja de llevar musgo en el pico, lo que indica que está aún con el "globo", por suerte utiliza un posadero justo donde estamos, y aunque el contraluz no favorece la foto nos alegra el frío que estamos pasando. Poco más tarde aparece la nutria, pero fue ver el lomo y la cola sumergirse y no apareció más, buaaa, que pena, pero solo el verla fugazmente ya valió la pena, es curioso que este año ya la vamos viendo varias veces en distintos ríos, y otras veces tardamos años en verlas. Estamos allí hasta la hora de comer, por si acaso aparece de nuevo. Comemos con todo montada por si acaso, pero nada, así que después de comer recogemos y salimos de regreso por la Barrios de Luna.

Mirlo acuático.

Mirlo acuático.

El agua discurría placidamente, sin pausa.

Paramos un rato donde el embalse, y dejamos que el sol nos acaricie con sus ahora agradables rayos.

El embalse de Barrios de Luna, tiene muy poca agua para las fechas en que estamos.

Regresamos para casa a última hora de la tarde.