Aquí podréis asistir al diario de nuestras salidas fotográficas. Y como un diario se escribe. Generalmente versan sobre naturaleza, pues es nuestra mayor pasión. Flora y fauna, en la medida que nos permitan sus integrantes fotografiarlas serán incluidas para acompañar al texto. Tampoco desdeñamos monumentos, u otras posibilidades fotográficas con las que podamos encontrarnos. Esperamos que sea de vuestro agrado.

Pinchando en las imágenes se pueden ver más grandes.

jueves, 14 de octubre de 2010

El puente del agua.

El viernes 8, nada más recoger a la Colasina del curro, salimos a las 21 horas hacia Andorra.

Por la A-8 hasta Bilbao, luego por la AP-1 a Vitoria, para, por la A-10 (con un vendaval enorme) llegar a Pamplona, y seguir por la nueva A-21 hasta Monreal, pequeño pueblo de lo más tranquilo, donde paramos a dormir junto a la gasolinera, como otras veces. La noche está inusualmente calurosa para estas fechas, y para ser las 2 de la madrugada, pues el termómetro marca 23º.

El sábado 9, nos levantamos antes de las 7 para continuar viaje a Andorra. Por la ruta de siempre. Yesa, Verdún, Riglos, Ayerbe, Huesca, Basbastro, Monzón. En Binefar nos metemos por el "atajo", a Tamarite, Alfarrás, y, ya en Balaguer por la C-14 a la Seo de Urgell. Llegamos a la Seo antes de las 12, pero la caravana es increíble. Tardamos en recorrer los 10 kms hasta el paso fronterizo más de hora y media, totalmente agobiante. Íbamos a hacer unas compras, pero ya estamos arrepentidos, pues no es que lo que se ahorra compensa este agobio, en realidad no lo ahorras, pues lo gastas en el viaje, pero pensamos que ir de puente hasta allí, era igual que ir a otros sitio, y aprovechamos para comprar. En definitiva, que una vez hechas las compras, y ya rumbo al puerto de Envalira, como ya no hay tanto tráfico, nos vamos olvidando de lo mal que lo pasamos. El día está muy soleado y con una temperatura muy agradable. Bajamos el puerto, ya en Francia, y los bosques aquí ya tienen el manto otoñal, que nos da ideas para mañana, pues ya está oscureciendo. En Ax-les-Thermes paramos en un pequeño parque, nos cobijamos bajo un gran árbol, y aunque es temprano, cenamos y nos acostamos, pues estamos con cansancio acumulado por los muchos kms de estas últimas 24 horas. Con la tranquilidad habitual de los pequeños pueblos franceses estamos seguros que descansaremos bien, ¡cuán equivocados estábamos!

Domingo 10. No sabemos la hora, pero mucho antes de amanecer se pone a llover fuerte, y por si esto fuera poco el gran árbol que tenemos encima, no deja de verter enormes goterones que suenan en el techo del camper como si de piedras se tratase. Estamos muy a gusto, pero deseando dormir, así que el tan ansiado descanso que se preveía, se truncó, y esto sólo será el comienzo. Al amanecer salimos de Ax-les.Thermes bajo una lluvia recia y constante, que no nos abandonará en el resto del día. Cruzamos pueblos que, aunque conocidos, no habíamos podido fotografiar por motivos similares, y hoy no pudimos ni sacar las cámaras de la mochila. Además los bosques están en plena otoñada, y nos quedamos con las ganas de fotografiarlos. Cruzamos Foix, St-Girons, St-Gaudens, Tarbes, Pau, Orthez, para llegar a Peyrehorade al anochecer. En éste último pueblo nos metemos en el aparcamiento junto a la general, y sin que la lluvia cese nos acostamos a la espera de dormir mejor que la noche pasada. Al menos, aunque la lluvia no cesa, no es tan fuerte, y apenas si se deja sentir en la chapa del techo, y como es natural, nos cuidamos mucho de no ponernos debajo de ningún árbol :-).

Lunes 11. Antes de amanecer salimos para Bidache, y Urz, cerca del refugio de fauna de Barthes en St-Matin-de-Seignanx. Amanece cubierto y amenazante, pero no llueve. Una vez allí vamos al gran hide de madera, y podemos comprobar, que aún no hay grullas, y encima comienza de nuevo a llover. Con este panorama salimos hacia Irún, y encaramos la autopista A-8 con la intención de venir para Asturias, a ver si por esta vez el tiempo es más benévolo aquí. Paramos en la playa de La Espasa en Colunga, a media tarde, con unas nubes que no presagiaban nada bueno, aunque hay un parón en lo que a lluvia se refiere. En vista de ello, como llevamos todos estos días sin apenas caminar, nos disponemos a pasear por la playa hasta que vuelva a llover...

Cuando estamos junto a la desembocadura del río que da nombre a la playa, vemos un pequeño pájaro revoloteando sobre las olas y que se viene a posar a escasos mts de nosotros, es un mosquitero común, que acaba de conseguir lo que con este temporal seguro que muchos congéneres no lograron: tomar tierra después de migrar sobre el cantábrico. Está tan extenuado que se le cierran los ojos y al acercarnos a unos centímetros revolotea y se le posa a la Colasina en el hombro. Luego da un pequeño vuelo hasta unas matas, justo donde tenemos aparcado el camper, y se queda a descansar. En vista de esto vamos a por una cámara y montamos le objetivo que la Colasina compró en Andorra y que aún no había tenido oportunidad de probar, se deja hacer sin inmutarse, aunque no le queda más remedio, pues con el viaje que acaba de realizar, y nosotros nos sentíamos muy cansados por el nuestro...
Después de un rato voló de nuevo hacia una zarza cercana, y ya más espabilado se interna en ella, quizás para pasar la noche. Nosotros la pasamos allí mismo, con la esperanza, que mañana el tiempo de una tregua, y nos permita al menos hacer unas fotos para quitar el gusanillo.

Mosquitero común. La Espasa, Colunga. Asturias.

Mosquitero común. La Espasa, Colunga. Asturias.
 
Mosquitero común. La Espasa, Colunga. Asturias.

Pero durante la noche, vuelve la lluvia, y ante el amanecer lluvioso, nada más clarear regresamos para casa, con más de 1700 kms a cuestas. Esta es la salida en que menos fotos realizamos, apenas una treintena.  

Curiosamente, a la hora de llegar a casa, comienza a mejorar, con apertura de algunos claros. En vista de ello, vamos a dar un paseo, pues tenemos las piernas agarrotadas de tantos días sentados en el furgón.
El parque de los Pericones, próximo a casa, está a rebosar de pájaros que seguro llegaron como el mosquitero de ayer huyendo del temporal. Bisbitas comunes, petirrojos y lavanderas campan por los prados, cuando de repente, a escasos metros vemos aparecer una rapaz a ras de suelo que se lleva uno de los bisbitas que estábamos observando, todo delante de nuestros ojos y a no más de 10 metros, estos lances tan cotidianos en la naturaleza, no son fáciles de observar, lo que demuestra lo importante que es tener la suerte de estar en el lugar, en el momento oportuno. El desdichado bisbita, que seguro acababa de recorrer miles de kms para venir a invernar, seguro que no esperaba acabar en las garras del halcón...

lunes, 4 de octubre de 2010

Ya nos conocen.

02.10.
Nos vamos con muy buen día para Redes.

El domingo anterior, 26.09, habíamos estado también, y los asiduos del comedero ya nos conocen, pues en una ocasión un garrapinos se posa en el brazo de la Colasina, y aunque estamos al descubierto y a 3 mts ni se inmutan. Se asoma una pareja de camachuelo, pero cuando acabamos de llegar y aún no teníamos los equipos preparados :-(. Vienen hasta 3 trepadores distintos, y el porcentaje de carboneros palustres, con los garrapinos, es de 5:1 en favor de los primeros. A veces hay tal cantidad revoloteando el comedero, que parecen mariposas en lugar de pájaros, y observamos que hay una cierta jerarquía entre las 2 especies, y entre individuos de la misma, lo que se transforma en peleas y persecuciones. Los palustres dominan a los garrapinos, y estos tienen que esperar turno. También hay nuevos comensdales, pues al oscurecer varios ratones de campo dan buena nota de ello. La noche del domingo (nos quedamos hasta el lunes) sólo sale un lirón, y por muy poco tiempo, además está muy gordo, lo que indica que está próximo a invernar.

Ratón de campo. P.N. de Redes, Caso. Asturias.

 Ratónes de campo. P.N. de Redes, Caso. Asturias.

Este sábado, tras cambiar un poco el decorado del comedero, sobre todo en lo que a posaderos se refiere, nos ponemos aún más cerca, hasta el punto de que algunas veces tenemos que abrir zoom para encuadrar, y la tónica la misma, ni se inmutan. Sí que hay un cambio, el porcentaje, hoy está invertido, es decir, la proporción es de 5:1 a favor de garrapinos, lo que demuestra que hay dispersión, y también acude un sólo trepador. O bien, que, como cuando llegamos ya estaba la ¡comida agotada!, algunos se tuvieron que ir a buscar a otra parte.

Viendo las nubes de la mañana del sábado, ya se podía preveer el vendaval que se avecinaba.

Carbonero garrapinos. P.N. de Redes, Caso. Asturias.

Trepador azul. P.N. de Redes, Caso. Asturias.

Carbonero palustre. P.N. de Redes, Caso. Asturias.

Carbonero garrapinos. P.N. de Redes, Caso. Asturias.

Este topillo, se asomó a uno de sus agujeros cercano a nosotros. P.N. de Redes, Caso. Asturias.

Al atardecer se oyen los venados berrar, pero ya no es comparable con la semana anterior. También sentimos un buen rato a un cárabo muy cerca en el bosque, hacía tiempo que no le escuchábamos, y siempre es grato oír a esta bella nocturna.
Como pensábamos, los lirones ya no salen. Esta noche, que parecía que esto iba a favorecer el que dormiríamos sin ruidos, el vendaval que soportamos no nos deja dormir, con tejas rodando, las hayas silbando y nosotros con el temor de que alguna rama de las hayas que nos rodean se venga sobre el tejado, pues algunas ráfagas eran impresionantes.
Así las cosas, el domingo nos levantamos temprano para ver si hay daños, y lo que vemos es que está lloviendo, lo que no dejará de suceder el resto del día. Aprovechamos para hacer trabajos de mantenimiento de interior, pues el invierno está al acecho, y algunas cosas tienen necesidad de arreglos.
A pesar de todo da gusto ver llover, y como en pocas horas el verde de la hierba va adquiriendo tonos que hacía meses no tenía.

El domingo, unas de las pocas fotos con lluvia, las líneas que se ven son las gotas de lluvia al caer. Realizada desde la puerta de la cabaña. Carbonero garrapinos. P.N. de Redes, Caso. Asturias.