Miércoles 31.03.
Nada más salir de trabajar la Colasina, nos embarcamos en el Camper par salir de la rutina. Encaramos la A-8 y cruzamos el Huerna hacia la meseta, con algo de "orbayu" (llovizna), y frío. Como suele ser costumbre en estas fechas, siempre está bueno (según los meteorólogos) en toda la península menos en el N, así que, como vamos para la zona centro-oeste nos las prometemos muy felices. En la Magdalena salimos para recorrer la comarca de la Ribera, y En La Bañeza por la ZA-110, que es más tranquila y con apenas tráfico. Salimos en Camarzana de Tera, ya en Zamora, a la A-52, por Sanabria a Verín, donde nos metemos a Portugal. Seguimos por la A-24. A la altura de Régua (hay una bajada muy pronunciada en ambas direcciones) vemos un accidente que nos pone los pelos de punta, pues es un furgón parecido al nuestro, aunque de reparto, y se ve el conductor muerto sobre el volante. Poco después, aún con la impresión en el cuerpo, paramos en un área de servicio cerca de Castro Daire, junto a unos camiones, para dormir.
Jueves 01.04.
Nos levantamos al amanecer, con nubes y claros en el cielo. Pasamos Vila Real, Viseu, y Tondela, ya en la IP-3, para continuar a Coimbra, seguimos hasta Montemor o Velho, y en Maiorca paramos a hacer unos nidos de cigüeña.
Nido cigüeña a contraluz.
Seguimos a Figueira da Foz, y vamos a las salinas de la Isla de Morraceira. No parece que aún está la cosa animada, pues no vemos nada más que flamencos, y como novedad, un Ánsar careto grande. Apenas hay limícolas, sólo las cigüeñuelas, y un par de agujas colipintas y archibebe común. Ya no se ven las águilas pescadoras que suelen invernar en la zona, ni las garzas reales y garcetas grandes, y aún no llegaron los charrancitos ni los chorlitejos patinegros.
Algunas veces las salinas están repletas de bichos, esta vez salta a la vista que no.
Cada vez hay más salinas sin actividad, lo que fomenta que muchas naves para almacenar la sal están en estado ruinoso; debajo.
Los márgenes de las salinas estaban cubiertas de mantos de Azedas, dando un tinte amarillo al paisaje.
Vamos a comer al bar del mismo nombre que la isla, y aunque ya sabido no deja de sorprendernos que aún se pueda comer bien por 6 €, ¡incluido el postre, el vino verde (1 litro, de barril), y el café!.
Después de comer vamos a la balsa donde están los flamencos con el ganso careto grande, que por su actitud parece tener la fijación de ser un flamenco y no un ganso, pues si ellos vuelan, él vuela, y siempre está entre el bando como si de un flamenco más se tratase. También hay un nutrido grupo de cigüeñuelas. Ponemos la furgo en posición y, con el portón abierto y cubierto de las redes de camuflaje pasamos la tarde haciendo fotos.
De las pocas veces que se separó del grupo.
Poco antes de ponerse el sol nos pasa una lechuza campestre a menos de un metro del portón, pero sin tiempo a hacerle foto. Recogemos y cruzamos Figueira para dirigirnos a tocha y de allí a Sanguinheira donde paramos a dormir en el aparcamiento ya conocido, con la tranquilidad de siempre.
Viernes 02.04.
Madrugamos y salimos para Sete Fontes, donde paramos en la fuente que da nombre al pueblo a cargar el depósito de agua.
Fuente que da nombre al pueblo, aunque no se ve el caño de la derecha tiene 7.
Continuamos a Cantanhede, y Mealhada donde tenemos la parada gastronómica de obligado cumplimiento.
Seguimos a la Lagoa de Mira, y ante la ausencia de bichos continuamos a Barra, y como allí está igual decidimos seguir para Murtosa donde visitamos el sobreiro (alcornoque) centenario.
Como reza escrito se le calcula unos 500 años.
Cerca de Murtosa están los Cais (muelles) de Bico.
Poco después los Cais de Pardelhas.
Un poco al W de Pardelhas, están estos bajíos, que en los pasos suelen estar repletos de limícolas. Al fondo Torreira.
Paramos a dormir en Torreira (en la foto) junto a la ría de Aveiro.
Sábado 03.04.
Amanece muy oscuro, con nube baja. Salimos para retomar la IP 5, y al poco se pone a llover fuerte. Con esta perspectiva venimos hasta Celorico, donde nos metemos por la IP 2 a Vila Nova de Foz Côa, y Mogadouro.
Pensábamos mirar la cercana zona del río Sabor para ver qué tal le va a una vieja conocida pareja de águila real, pero como el tiempo sigue igual decidimos regresar para casa.
Al final, llegamos un día antes de lo previsto.