Es tal el frío que el sol apenas si calienta, pero el cielo está de un azul precioso, y los pájaros que nos visitan nos amenizan el día festivo.
Hace años , aún sin tener la cabaña, siempre íbamos el día de Navidad a pasarlo ya por estos montes. Deambulábamos por el Coto para pasear y disfrutar de la tranquilidad que este día se acrecienta más si cabe, pues nunca encuentras a nadie por allí, la gente está en casa normalmente reposando la fartura de la cena, y disipando por la sangre el alcohol tomado. Antes era la tónica ver varios corzos, y decenas de rebecos durante la jornada, pero ahora los rebecos brillan por su ausencia por el brote de sarna, del que tenemos que agradecer a un ganadero del vecino concejo de Aller que tiró en el monte unos cadáveres de cabra afectadas por el ácaro, y ésta se extendió como un reguero de pólvora entre la población de rebecos, avocándolos a una casi completa extinción en el Parque. A pesar de hacer más de un decenio no parece que sea palpable la recuperación de la población. Otro ausente, es el urogallo, del que hace 20 años, 4 machos tenían como zona de campeo de invierno el Coto, y le veíamos a diario, y ahora ya no están entre nosotros, pues aquí ya es leyenda.
Herrerillo capuchino. El ribón.
Carbonero garrapinos. el Ribón
Trepador azul. el Ribón.
Charca congelada, el hielo hizo de mortaja de las hojas hundidas. El Ribón.
El lunes 26, por la mañana vamos hasta la Riega del Águila, un pequeño arroyo de montaña que nace en las estribaciones NE del Cantu `l Oso, y que atraviesa el hayedo por un surco que creo durante milenios en su discurrir hasta Biforcos, y de allí a Bezanes, donde tributa el líquido elemento al Nalón. No hay nada para nosotros como ver un río con aguas prístinas, sin nada de suciedad en sus cauce, salvo las ramas -ahora con carámbanos de hielo- de las hayas que van tirando los vendavales de otoño e invierno. No vemos nada que no sea hayas, y el discurrir del agua por el cauce, eso sí, el frío en la riega es tremendo, pues no da el sol en ningún momento del día. Con todo, lo pasamos genial, pues ya teníamos ganas hace tiempo de ir a esta riega, pues es una zona cercana, pero a la vez remota y con una tranquilidad que no tiene precio. Por la tarde, como ayer, les hacemos alguna foto a los visitantes alados. Una de las veces acude en su trajinar por el hayedo un bando mixto de páridos incluidos unos 20 mitos, pero ninguno baja a comer, está claro que son de los de paso, y no nuestros conocidos.
Riega del Águila. P.N de Redes.
Riega del Águila. P.N de Redes.
Riega del Águila. P.N de Redes.
Riega del Águila. P.N de Redes.
Riega del Águila. P.N de Redes.
Riega del Águila. P.N de Redes.
Riega del Águila. P.N de Redes.
Riega del Águila. P.N de Redes.
Riega del Águila. P.N de Redes.
Riega del Águila. P.N de Redes.
Rama de haya prisionera del hielo. Riega del Águila. P.N de Redes.
Como un duende la Colasina junto a la Riega del Águila. P.N de Redes.
Trepador azul. El Ribón
Herrerillo capuchino. El Ribón.
Es todo por hoy.