Esta primavera hizo 23 años que nos hicimos con la cabaña.
En aquellos meses primaverales de 1989, tocaba prepararla para hacerla un poco
habitable. Cuando nos la vendieron estaba sin puerta, y en un estado de
abandono latente. Abajo, los pesebres para el ganado, arriba "la
tenada", donde se almacenaba el heno seco.
Aún lo recordamos como si fuese hoy mismo. Fue al final de
la primavera, cuando ya casi el verano pedía paso. Una noche, al poco de
instalarse la oscuridad, sentimos ruidos que nos hicieron encender las
linternas y enfocarlas hacía donde provenían, y por las vigas de madera de
castaño allí estaban, correteando: los lirones grises. Fue tal nuestro alborozo
que nos levantamos para tratar de fotografiarlos, y comprobamos que no eran
asustadizos, no era la primera vez que los veíamos en la naturaleza, pero así,
tan cerca y accesibles no. Esa noche no la olvidaremos nunca...
Pues bien, desde entonces, todos los años compartimos
estancia con ellos allí. Pero este año no están, no sabemos que ha ocurrido.
Este fin de semana pasado volvimos para la cabaña, y no aparecieron de nuevo, y
a estas alturas ya damos por sentado que no estarán con nosotros este verano.
Los lirones grises son poco longevos, y sabemos que compartimos con varias
generaciones de ellos durante estos años, por lo tanto, estamos seguros que volverán
otros (o eso deseamos, y esperamos) a instalarse, pero este año de momento
estamos solos.
Estos son los lirones que tanto echamos de menos.
23.06. Sábado.
Llegamos con el tiempo idéntico al anterior, es decir,
niebla, que se disipa al rato, y el resto del día muy bueno y agradable, sin
nubes ni aire. Nada más llegar montamos el la caseta-hide en cinco minutos y la
dejamos frente al comedero. Hoy vienen sin parar y ya hay también pollos
volantones de carbonero palustre. Se acerca una curruca capirotada ♀, y vemos que el chochín sigue a los suyo, cebando sin parar. Preparamos un tronco
para el picapinos, y también viene, amén de los capuchinos, el petirrojo y los
de siempre. A media mañana Colasina me insta a que mira a la derecha, al fondo
de la pradería, donde corre una corza con una cría de pocas semanas detrás, las
vemos internarse al bosque de abajo. Por la tarde, después de irse el sol del
comedero vamos a dar un paseo para entrenar un poco, pues queremos partir para
las vacaciones en forma, para afrontar bien lo que nos espera.
Carboneros palustres, juveniles.
Herrerillo capuchino.
Trepador azul, ♂.
Carbonero garrapinos.
Carbonero común, ♂.
Petirrojo.
Herrerillo común, ♂.
Herrerillo común, ♀.
Picos Tiatordos y Maciédome.
Biforcos, y picu Maciédome.
24.06. Domingo.
Una de las cosas que reiteran la falta de lirones es que los
ratones de campo están en la cabaña, pues les sentimos desde la cama durante la
noche, algo les tenía entretenidos royendo sin parar. Cuando hay lirones, los
ratones sólo ocupan la cabaña hasta que ellos despiertan del letargo, a partir
de ahí desaparecen hasta que los lirones entran de nuevo al letargo invernal.
Amanece el que hasta hoy será el mejor día del año, sin
nubes ni aire en todo el resto del día, y con una temperatura agradable.
Después de desayunar vamos de nuevo a dar un paseo, hoy más largo. Vemos en las
pradería del coto una cierva, y dos rebecos, hacía tiempo que no veíamos en el
mismo día a los tres representantes de ungulados que tenemos, pues más tarde,
desde el hide volveremos a ver a la corza y el corcino donde ayer. El resto del día le pasamos en el hide, y
aparte de lo de ayer, se nos posa una ♀
de pito negro que nos pone el corazón a cien,
se posa a escasos 6 mts, y aunque entre ramas y a contraluz, y se va enseguida,
nos alegra la mañana más si cabe. Hacía muchos años que no teníamos uno tan
cerca, a principios de los 80 del siglo pasado hicimos un seguimiento a varios
nidos de la especie, durante varios años, anillamos pollos y adultos, y les
tuvimos como a este muchas veces, pero eso quedaba ya tan lejano...
Carbonero garrapinos, juvenil.
Chochín.
Curruca capirotada, ♀.
Pico picapinos, ♂.
Pico picapinos, ♂.
Pito negro, ♀.
Herrerillo capuchino.
Herrerillo capuchino.
Carbonero común, ♂.
Petirrojo y carbonero garrapinos disputando.
Trepador azul, ♂.
Trepador azul, ♀.
Desde un mirador natural en el Coto.
Vacas casinas.
Las hayas tienen un verdor exuberante.
Estamos muy contentos con la caseta-hide, pues en tres
minutos se monta, y como pudimos comprobar los bichos la toleran muy bien. A
media tarde volvemos a la urbe.