El viernes nos instalamos donde siempre con el furgón, a unos 800 mts del nido, según el GPS.
El sábado, al poco de amanecer vamos con todos los aperos a comenzar con la sesión del día, 12 horas junto a la pareja en su ajetreo de idas y venidas con las cebas a los pollos, a los que ya se les escuchaba ronronear desde cierta distancia. Lo más gratificante de nuestra estancia, al margen de las fotos, fue, que al igual que las veces anteriores la pareja de medianos nos ignoraba desde la llegada de tal modo que parecía supiesen de nuestras nobles intenciones.
Ayer nos pusimos de nuevo al poco de amanecer, pero a las 9.30 sentimos un todoterreno acerarse y nos alejamos bruscamente para no delatar nuestra posición, o más bien la posición del nido (nuestra primera regla con los nidos). Al momento vemos que el todoterreno se dirige a la zona donde estamos, lo que nos confirma que hicimos bien en alejarnos.
Total, que a pesar de tener que acortar la sesión por este motivo, y que los pollos, (aunque ya se ven en la entrada), aún no se asomaban como pensábamos, regresamos muy contentos para casa.
Además la famosa pareja de trepadores azules ya había sacado los pollos, por lo que la satisfacción es doble.
Se aprecia ya el pollo a punto de asomarse, quizás hoy ya se asomen...
Después de cientos de fotos posados, coloqué en la escalera la cámara con el 70-200 pre enfocando el nido, y el disparador por radio a distancia para probar salidas en vuelo, no salió perfecto, pero algo se hizo. A veces sacaban (aparte de los excrementos de los pollos) virutas del nido, como en la foto de arriba.
También hice algo de video, pero no acabo de dar con el tranquillo, a veces ni me acuerdo que tiene video
:-), y la luz no me gusta, pero como documento de movimiento servirá, (debajo). En el video se aprecian los destellos del flash de cuando La Colasina dispara.