Todo verde ya.

Sábado 26.05.

Este sábado le tocó trabajar, y después de salir Colasina, nos vamos para Redes. Al llegar hay unas nubes tormentosas, que descargan algo de agua, pero, la justa. En la última visita, aún estaba el hayedo sin vestir. Ahora ya está tupido de verde, ese verde que resplandece, y que no te deja ver el interior del bosque. Pero que también, a su sombra, el fresco que produce te refrigera del calor que el sol ya genera a estas alturas de estación.

Vamos sobre todo a descansar, aunque, algunas labores que quedan por hacer (siempre hay algo que terminar, o mantener) nos dejan agotados, pero con ese agotamiento que te relaja.

Por la zona aparecen casi todos los pájaros de siempre, y se escucha el canto del bisbita arbóreo, que en condiciones normales ya estaría emparejado, sin embargo, este año el retraso es considerable. Todavía no despertaron los lirones, es difícil de saber sus ciclos, pero en la cabaña, sabemos de forma fiable cuando se van a dormir, y cuando salen del sueño por los rastros conspicuos de sus deyecciones que están por todos lados. Las últimas que dejaron fueron en la mitad del mes de octubre, ¡y ya van más de 7 meses de letargo! Lo noche es oscura y estrellada, amenizada por un cárabo que se deja escuchar por la zona.

Domingo 27.05.

Amanece despejado y nos ponemos a realizar labores de mantenimiento durante toda la mañana. Ayer vimos que la mejor luz para inmortalizar a los amigos es a partir de las 2, cuando el sol ya sale de las copas de las hayas del W de la cabaña, así que les vemos venir a menudo sin que se inmuten de tenernos cerca trabajando. La dinámica cambió, pues los que más acuden son los carboneros palustres, y los que menos los capuchinos, y no aparece el herrerillo común, ni el pinzón. Además vienen menos, pues ya se les ve por las hayas de enfrente capturando insectos y orugas, ellos no son tontos, y saben que lo que les ponemos, ahora ya no es prioritario, y sólo vienen de vez en cuando, pues los insectos aportan aparte de proteínas líquidos. También se dejan ver ya las lagartijas roqueras. Después de comer mientras Wili ve el GP de Mónaco, Colasina se pone ya a ellos, sin montar el hide, a pelo, sentada en una silla con la cámara a 3 mts del posadero, y la sombrilla, que le da el sol, y  ya es de justicia. Más tarde se van formando nubes de evolución que a veces dan sombra, lo que es mejor para las fotos.

Hasta las 6 estamos disfrutando de este trozo de paraíso junto a los pequeños alados que nos visitan. En esta paz, logramos olvidarnos de los políticos y especuladores que nos están amargando la existencia a casi todos. 

Trepador azul.

Petirrojo.

Carbonero palustre.

Carbonero palustre.

Carbonero palustre.

Trepador azul.

Carbonero común

Carbonero garrapinos.