Puente de los Santos.

31.10. miércoles.

Después de salir de trabajar Colasina salimos para la meseta por el Huerna. Nos plateamos llegara dormir a Talaván. El cielo está con algunas nubes, pero con predominio de claros y temperatura agradable. Vemos varios milanos reales durante buena parte del trayecto, y cerca de Benavente nos cruza una avutarda a baja altura por encima de la carretera.

Avutarda.

Hacemos una parada cerca de Benavente para descansar, y otra ya oscureciendo en Aldeanueva del Camino, para, en el concurrido aparcamiento de la gasolinera cenar en el camper. Llegamos sobre las 10 a la tranquila plaza de otras veces en Talaván, justo para acostarnos, y dormir del tirón. 

01.11. jueves.

Nos levantamos al alba con alguna nube alta dispersa. Vamos para la cola del embalse, o mejor dicho, lo que queda de él, pues en la cola apenas tiene agua. Fuimos en varias ocasiones y nunca le vimos tan seco, hasta el punto de que hay zonas donde antes no había vegetación lacustre, y ahora está muy densa, lo que indica que el nivel hídrico está bajo hace tiempo. Con este panorama no se ven bichos, excepto las grullas que duermen allí y, que al llegar nosotros están comenzando a desplazarse a los lugares de alimentación en las dehesas cercanas. Se dejan ver algunos estorninos y cogujadas, así como un bando de unos 40 gorriones morunos. 

Cola del embalse de Talaván. Cáceres.

Esta zona junto al aparcamiento casi siempre la vimos llena de agua, aquí vimos varias veces nutrias pescar...

Grullas saliendo del dormidero. Talaván.

Damos una vuelta por algunas de las zonas de alimentación, para desde la carretera ver las grullas, que están muy alerta, no en vano, pues vemos varios cazadores. Vemos algún buitre posado en el suelo, y otros en las torres de alta tensión. 

Grulla común. Talaván.

Buitres leonados.

A media mañana seguimos para Cáceres, y de allí para Valencia de Alcántara donde paramos a hacer unas fotos. 

Valencia de Alcántara. Cáceres.

Entramos a Portugal por Marvão, ya con nubes muy espesas en el cielo, pero con algunos claros. Seguimos hasta Castelo de Vide donde paramos a comprar pan y otras cosas en un Pingo Doce. Subimos a continuación por la sierra de São Mamede hasta el mirador de Nossa Senhora da Penha que ofrece unas vistas admirables, tanto del pueblo, como de las planicies de esta parte del Alentejo. Hacía muchos años que no veníamos por esta zona y nos fue muy grato el rencuentro con ella. 

Castillo y pueblo de Marvão desde el pueblo de Portagem.

Castelo de Vide, desde Nossa Senhora da Penha.

Castelo de Vide, desde Nossa Senhora da Penha.

Castelo de Vide, desde Nossa Senhora da Penha.

Castelo de Vide, desde Nossa Senhora da Penha.

Capela Nossa Senhora da Penha.

Comemos en el tranquilo aparcamiento de la pequeña capilla de la patrona de Castelo de Vide, es decir, Nuestra Señora de la Peña. 
Partimos después de comer hacia Apalhão y por la IP 2 hasta Gardete, donde nos metemos a la A 23, para continuar hasta Abrantes, y ya en Torres Novas nos dirigimos a Tomar. Llegamos a Tomar con nubes muy negras y amenazantes. Subimos al cerro donde está el Convento de Cristo. Hace más de 20 años que lo visitamos, y nos apetecía hacerlo de nuevo, además, la vez anterior estaba en obras de restauración, y sobre todo la Girola, entonces, no se podía ver en todo su esplendor, y es de lo más impresionante. Fue fundado por la Orden del Temple en 1162. Al desaparecer el Temple, se hicieron cargo la Orden de Cristo. En 1420 Henrique el Navegante fue nombrado Gran Maestre de la Orden de Cristo, bajo su mando se construyeron el claustro entre la Girola y la fortaleza de los Templarios. Aunque tiene varios estilos arquitectónicos: románico, gótico, y manuelino, de éste último, tiene algunas  de las representaciones más destacadas de este estilo portugués de todo el país, como es la ventana del Capítulo, de Diogo de Arruda.

Tomar.

Convento de Cristo. Jardines. Al entrar apenas había nubes.

Convento de Cristo. Jardines.

Pasillo del claustro da Lavagem.

Claustro do Cemitério. 

Antigua sacristía.

Nave del coro de la iglesia.

Nave debajo del coro de la iglesia, la ventana es la parte interior de la manuelina del Capítulo.

Ventana manuelina del Capítulo, interior.

Entrada a la Girola desde la nave de la iglesia.

Interior de la Girola poligonal.

Detalles del interior de la Girola.

Entrada a la Girola. Nótese el púlpito a la derecha, y a la izqda la réplica pintada.

Pasillo.

Comedor.

Claustro de D. João III (dos Filipes)

Claustro de D. João III. 

Escalera de Hélice en el claustros D. João III.

Claustro de Hospedaria y Nave de la iglesia.

Ventana del Capítulo y claustros de Santa Bárbara y de Hospedaria.

Claustro de Micha.

Claustro dos Corvos.

Ventana del Capítulo.

Detalles sobre la puerta de entrada a la Girola.

Puerta de entrada a la Girola.

Al irnos ya estaba muy cubierto.

Colasina viendo los resultados de las fotos.

Dejamos Tomar para dirigirnos a Batalha. Al poco rato se pone a llover fuerte, pero con tanta suerte, que al llegar a Batalha cesa por completo la lluvia. Si el convento del Cristo de Tomar es un portento arquitectónico, el Mosteiro da Batalha le deja corto. Estuvimos varias veces, y le visitamos por dentro y por fuera, pero nunca le habíamos hecho fotos de noche, y el terminar aquí hoy tiene por objeto realizar fotografías nocturnas del monasterio dominico. Aunque se conoce como Monasterio de  Batalha,  en realidad; se construyó como Convento Santa Maria da Vitória. El monasterio, del gótico tardío y manuelino, fue edificado exclusivamente como agradecimiento por el auxilio divino que llevó a la victoria de la Batalla de Aljubarrota, pueblo cercano donde se desarrolló dicha contienda, el 14 de agosto de 1585. Tras la crisis de 1383 a 1385. Juan I, vencedor indiscutible sobre las tropas de Juan I de Castilla en Aljubarrota, se proclamó rey de Portugal, el primero de la casa de Avis. Juan I mandó construir el Convento, que se inició en 1386, y se dio por terminado tras el reinado de siete reyes, en 1517, si bien, las capelas imperfeitas permanecen como testimonio de que realmente nunca fue terminado.  

Fachada principal Mosteiro da Batalha, y estatua equestre del Condestable Nuno Álvarez Pereira.

Fachada principal Mosteiro da Batalha, y estatua equestre del Condestable Nuno Álvarez Pereira.

Teníamos pensado ir a dormir a Nazaré, pero al final nos decantamos por hacerlo en el área de AC que dista 200 mts del Monasterio, hay casi lleno absoluto de AC, así que estaremos muy acompañados...

02.11. viernes.
Nos levantamos muy temprano. Está despuntando el sol aún, y el cielo sorprendentemente está despejado, estábamos convencidos por las previsiones que hoy llovería, pero nos llevamos esta agradable sorpresa. Con este panorama, y con la luna que se cuela entre los capiteles y pináculos aparcamos y vamos a hacer unas fotos. 

Luna colándose entre las capelas imperfeitas. Mosteiro da Batalha.

Luna colándose entre las capelas imperfeitas. Mosteiro da Batalha.

Fachada sur. Mosteiro da Batalha.

Mosteiro da Batalha.

Mosteiro da Batalha.

Mosteiro da Batalha y estatua equestre del Condestable Nuno Álvarez Pereira. Fue el artifice de la derrota en Aljubarrota. Condestable del Rey Juan I en la batalla que derrotó a los castellanos en dicha batalla, el 14 de agosto de 1385.

Continuamos hacia Leiría, y de aquí a Figueira da Foz, para entrar a las salinas de Morraceira. Hace rato que va entrando nube por la mar, y cada vez está más nublado. En las salinas, apenas hay bichos, algunos flamencos, varias garcetas grandes, garzas reales, garcetas, al menos un águila pescadora, y lo más destacable un joven de Havelda que está en una balsa buceando a menudo, y dando vuelos de una esquina a otra a menudo. De pájaros pequeños, cantidad de buitrones como siempre, bisbitas costeros y un pechiazul.

Parte de las salinas de Morraceira al llegar, aún con algunos claros.

El pequeño grupo de flamencos que había.

Garza real.

El águila pescadora en uno de sus oteaderos de siempre.

Havelda.

Havelda.

Havelda.

Havelda.

Buitrón.

Comemos como siempre que venimos por aquí en el bar del mismo nombre de las salinas, que sigue ofreciendo unos estupendos pratos do dia por 6,50 €, hasta hace bien poco costaba ¡6 €!
Después de comer volvemos a echar un vistazo a las salinas, y la havelda sigue en el mismo sitio, y lo demás igual, pero la nube ya ganó la partida y apenas si hay luz, así que salimos para Tocha, y de allí a Sanguinheira a dormir al tranquilo aparcamiento del pequeño pueblo.  

03.11. sábado.
No madrugamos, pues amanece lloviendo. Si a esto unimos que no tenemos prisa hasta la hora de comer en Mealhada, aprovechamos para descansar, y en este pueblo de Sanguinheira esto se consigue fácilmente, pues apenas hay actividad.
Después del como siempre buen leitão á moda da Bairrada de Mealhada partimos entre nube baja y lluvia para Mortágua, y allí, aunque el tiempo esté tal mal, decidimos hacer una ruta nueva hacia Campo de Besteiros, y Tondela, para llegar a Viseu. Viseu también hacía más de 20 años que no lo visitábamos, la pena es que sigue la lluvia, pero tras aparcar cerca del centro, con paraguas damos un paseo y hacemos algunas fotos testimoniales. 

Calle en el centro. Viseu.

Iglesia de la Misericordia.

Iglesia de la Misericordia.

Catedral de Viseu. 

Calle del centro de Viseu.

Casi al oscurecer partimos para Trancoso donde nos disponemos a dormir en el gran aparcamiento a la entrada del pueblo. En toda la noche no escuchamos ni una mosca, lo cual es normal siempre aquí. Sí que se deja sentir de vez en cuando la lluvia golpear en la lucera, lo que nos despierta en varias ocasiones, pero esto es lo que tiene dormir en AC, aunque para los que nos gusta este tipo de vida no nos molesta en absoluto. 

04.11. domingo.
Al levantarnos sigue la lluvia, aunque débil, pero lluvia al fin y al cabo. Las noches pasadas, tuvimos en el camper entre 19º y 22º de temperatura por la noche, pero hoy ya bajó la temperatura a 11, que aunque no es mala para este mes, de ayer en Sanguinheira levantarnos con 22º a hoy a la mitad se nota. Con este tiempo, tras desayunar en el aparcamiento comenzamos el regreso para casa. Pasamos Mogadouro a una hora temprana para comer, y por esta vez no vamos a visitar al chef Eliseu. Ya de nuevo en España se van abriendo claros, y en la Sierra de la Culebra paramos a comer junto a una fuente, el frío afuera ya es notable por el aire fuerte que sopla, así que tenemos que estar con todo cerrado para no notarlo en el cuerpo. 

La vertiente de la sierra de la Culebra en Ferreras de Arriba estaba de esta guisa otoñal.

Otoño en la sierra de la Culebra.

Después cruzamos el resto de la zona de Zamora, y la Ribera de León para llegar de regreso a Gijón con el cielo despejado. Pero el asfalto mojado vislumbra que aquí no hace mucho que llovió también.
Y aquí se acaba el puente de los santos de este año.